Semana bella

Esta semana me tocó hacer el asunto de la "pasantía" de la U. Se supone que ese asunto es para que uno comprenda el ambiente laboral en el cual se va a meter, para que se comience a codear con colegas, y comprenda el trabajo que hay detrás de todo esto que significa ser un pendejo audiovisual.

Pues bien, me tocó la pasantía en un área lejanísima a mi. Trabaje de 8 a 11 todos los días. No conocía a nadie excepto a un compañerito que estaba en las mismas que yo. Muy pollos ambos. Pero lo que partió con mucho miedo de mi parte, y con mil inseguridades, se convirtió en una experiencia donde encontré una especie de familia temporal. Claro, con primos en segundo grado y tíos lejanos, pero también con padres y hermanos. Con mucha complicidad, con muchas ganas, mucho empuje, y mucha fe. Creyendo en el proyecto, creyendo que nada va a salir mal, que los problemas no detendrán el avance. Creyendo en los mismos miembros de esa familia. Y no solo encontré cosas en los demás, entendí y descubrí muchas cosas de mi, también. Descubrí que aún enojada y seria puedo ser dulce. Descubrí que puedo trabajar, ser eficiente y pasarlo bien, sin ensuciar el ambiente. Descubrí que hay una parte importante del cine que se hace desde la espontaneidad y creatividad del momento.

Descubrí que adentro mío habita otra Javi. Una que está ahí sentada esperando su turno. Una que entiende todo desde la paciencia. Que confía, que cree, que sabe. Esta experiencia, fue una de las mejores cosas que me han pasado en mucho tiempo y por ahora no solo me siento infinitamente agradecida y aún más motivada por aprender, sino que siento que es algo que debe decantar aún, que debe reposar un rato. No quiero que nadie ensucie esa experiencia. No quiero que nadie la toque, ni me la ojee. La quiero cuidar y preservar tal como se siente ahora.

Qué semana bella...