The L Word

Ya. Volví. Luego de un trabajado y estresado fin de semestre.
Y qué he estado haciendo durante estos primeros días de vacaciones???
Pues bien... me resfrié, así que lo primero que mi cuerpo me obligó a hacer fue descansar. Parar. Dormir y dejar que me atendieran a la cama.
Pero ahora, que estoy más recuperada (tomemos en cuenta que solo llevo más o menos 10 días de vacaciones nada más), he estado viendo The L Word. Supongo que todos ustedes lectores y lectoras sabrán de qué estoy hablando.
Pues bien, gracias a la magia de youtube he podido ver 9 capitulos de la temporada que aún no se estrena acá en Chile y pienso ver los capítulos que siguen de la 6ta y ULTIMA (sí, ULTIMA) temporada de la serie. El asunto es que, cada vez que veo esta serie me inundo de sentimientos contradictorios. Pero ricos. De esos que son como cosquilleantes. Motivantes, quizás sea la palabra que busco..... ?
Me pasa por un lado que amo ver a todas esas hermosas y estilosas mujeres que se pasean por las calles de L. A. como si llevaran al mundo en la mano. Una seguridad bastante lésbica, creo, por lo demás. Me encanta ver cómo se comprometen con sus cosas, sus amigas, sus profesiones, sus causas, e incluso sus pataletas. En fin, me gusta todo de ellas. Menos Jenny who is an asshole, pero bueh... también tiene un lado que me conmueve, a pesar de todo.
Por otra parte, siento que eso es lo que me gustaría vivir a mí. Tener un grupo de amigas estilosas, homosexuales, comprometidas, bellas y ganadoras que me apañaran en todas. Y salir a lugares bakanes y estilosos y lindos y pasarlo la raja y hacer "comidas" en mi casa, con mi pareja... en fin... qué se yo... todas esas wevadas.

Pero esas cosas, obvio que una las puede tener. Y en ese sentido, filo, que rico, que lindo que maravilloso, que esas cosas que uno quiere y puede tener salgan también en la tele.

Sin embargo, me pasa que creo que la realidad de esas lesbianas que salen en esa serie... es TAN distante de la realidad. Medio... imposible. Medio... exagerado. Medio... gringo. Claro... aca hacen una serie de lesbianas y pasa en la carcel. Somos todas flaites, asesinas y drogadictas (a la pasta base no más, eso si washita, porque la coca tiene otshro precio). Entonces es cuando me asalta la militante punketa anarquista que llevo dentro y digo "ah no". Por que claro... yo no conozco a niuna famosa shilena que haya salido del closet como Ellen... o Alice Piescecki. Creo que fuera del cliché de sí mismo que es Jordi Castell (o Villouta... pero es medio B) no hay niun otro homosexual fuera del closet. Tampoco conozco a muchas lesbianas lipstick chilenas... me dicen, eso si, que andan medio escondidas... pero y ¿como en The L Word no se esconden, sino que se dan besos en la calle?. Tampoco conozco tantas lesbianas pudientes... partiendo porque al parecer, la lesbiana promedio shilena tiene a optar por carreras como "profesora" (aka la vieja de "inserte ramo"), filosofía?, psicología, en resumen o weas "artisticas" o weas "densas". Y todos sabemos que en chile es (por decir lo menos) dificil vivir de carreras densas... pf... y mucho menos artisticas. Y que si ya de por sí... estás metida en una carrera que te tiene medio cagada economicamente, mucho menos te arriesgas a perder los pocos clientes que tienes o los contactos. Así que obligada a encerrarse en el clóset.

Mi punto es...
que no tengo punto.

Solo que The L Word me trae sentimientos encontrados y que disfruto cada uno de ellos. Que amo ver a esas ganadoras pasearse con el viento contra sus cabelleras y vestidos y que ojala todos los grupos de lesbianas fueran asi de lindos y femeninos y maravillosos...

porque puta que hay harta torta en Chile.



ps: saludos a mis fellows lesbians.