Querido Dios:

(junto las palmas de mis manos y alzo las puntas de los dedos hacia arriba para hablar contigo, como invocándote)

Hoy fui a providencia.
Mientras caminaba hacia el parque de las esculturas me di cuenta de que algo había pasado.
Había dos carros de bomberos y 4 ambulancias. Miré hacia el otro lado de la calle (como las otras 300 personas que había ahi paradas) y me di cuenta de que se habia caido la construcción de un edificio, la vereda esta cubierta con fierros y ls bomberos subían y bajaban entre los escombros.

Hoy, te escribo, dios, para decirte que ayer yo también había caminado por ahí. Por esa vereda, al lado de esa construcción. Y cuando pasé estaba jugando y riéndo y me dirigia a comer un helado. Y hoy, cuando vi el edificio sobre el suelo, las ambulancias y los bomberos, los carabineros y la muchedumbre mirando, mientras escuchaba las sirenas y el murmullo de la gente que miraba morbosamente, pensaba en que el papá de una amiga murió esta semana, en que quizás quién iba caminando por la vereda cuando todo se derrumbó, en que si hubiese llegado 15 minutos antes a provi, quizas hubiese caminado por esa esquina, como siempre... sintiéndo el sol en la cara, escuchando la música de mi mp3, pensando en las cosas que tengo que hacer durante la semana, en mi planes, en mis dudas, en mi agradecimiento.


(bajo las manos, me meto a la cama y duermo... hasta mañana)