Taller del terror

Como soy una maldita trabajólica, no encontré nada mejor que para mis vacaciones, meterme a un taller de guiones de cortometraje (de la u). Y claro... se me había olvidado la experiencia de guiones de serie en el verano. Para los que no saben, escribir un guión no es nada como escribir un cuento, o acá, en el blog, o una novela incluso. Es otro tipo de narración, completamente distinto. Tiene un millón de reglas, y hasta se podría hacer mapas de los guiones con las distintas técnicas, pero no. No es como ir llenando los cuadraditos con los colores necesarios. No, es como cuando uno era chico y seguía los numeritos hasta formar la silueta de un gatito. No. Hay que pensar en tantas factores como factore influyen en la vida real. Un personaje no es "malo" o "bueno". Los personajes son como las personas de verdad. Tienen profundidad e identidad (o al menos eso nos dicen). Lados oscuros y lados luminosos (como diría Alice). El guionista debe conocer a sus personajes como la palma de su mano. Debe saber incluso si el wn se come los mocos en privado o sí llora solo en las noches por un amor que nunca ha podido olvidar, o si es un asesino en serie en sus sueños.

Hay que partir por un tema y un mensaje, como el qué se quiere decir. Y yo ahí. Muy pegada a la página en blanco de word. Con el cursor palpitante molestandome los ojos. Entonces pienso en las cosas que a mi me gustaría ver, pienso en UP (por favor, vayan a verla es lo MAS bello que he visto en muchisimo tiempo), pienso en la serie en la que trabajé durante el verano. Y pienso en el frío. Así que bajo a hacerme un café, y mientras miro la tetéra... hasta que hierve el agua. Me sirvo el café y subo. Y sigo mirando el cursor. Ya, pero me tengo que concentrar... quizás me inspire más con música, así que abro mi reproductor y busco alguna música que me diga algo (¡cualquier cosa Dios por favorrrr!). Luego vuelvo al cursor y la página en blanco. Hmmmm... algún tema. Me gustan tantos. O quizás son muy pocos en realidad. Si hago uno muy tipico es fome. Si hago algo muy poco típico quizás qué monstruo salga. Si hago algo muy personal la Isa me va a huevear. Si hago algo muy desconocido también, por hablar de weas que no conozco.

A mi me gustan los colores saturados, las cosas que te hacen reir y luego llorar y con las que sales del cine como renovado. Con una sonrisa, o con una lágrima, pero cambiado. Esas películas que son sútiles y bellas, que hablan del amor universal (no del amorsh, como esas asquerosidades gringas del tipo chico conoce a chica, se enamoran, se dejan y luego prueban su amor hasta la muerte, puaj). Me gustan las historias de niños. Me gustan los dramas de esos que te mueven el piso. Me gusta ir a todas las películas infantiles (excepto esas como con ratones o cuyes o cosas asi muy muy mega pop; la verdad es que soy la fan numero ONE de Disney Pixar, i-love-you-marry-me-pliz), me como todas las peliculas indie-ganó-sundance-y-es-super-low-budget. Y a veces veo otras cosas, así como por curiosidad, y porque tampoco hay que ser tan tontón de estar haciendo cine y no cachar qué es lo que pasa con el cine.

Así que mientras miro el cursor pienso en alguna historia donde pueda meter niños, o animales, o juguetes o cosas con vida, o todo junto, y me pongo a pensar en cosas de mi vida, de las vidas de los demás. Pienso en cuaquier película, pienso en lo que quiero hacer... hasta que finalmente me frustro. ¿Cómo puede haber gente que le guste hacer guiones, que los apasione? Y me acuerdo de la Isa que siempre nos está diciendo que el guión es un arte. Un arte de contar historias y la volá. Y pienso en que ser artista es tan antiguo. Como que los artistas que realmente pegan son aquellos que son medio empresarios. Esos que piensan en el expectador, en las lucas que van a ganar o en la cantidad de weones que van a enganchar con la nueva moda que están imponiendo. Hasta UP tiene el medio marketing atrás. Obvio que van a empezar a vender los globos con helio a millones de dolares. Y yo, aca en chilito, intentando armar un puto corto que diga algo, cualquier cosa, pero que diga algo. Que ojaláaaa haga que a los que lo lean, se les escape una sonrisita.

Así que miro el cursor de nuevo, tomo mi café, lo revuelvo y le doy un sorbo, luego cambio la música pa ver si me insipiro, y lo que sale de todo eso... es este post.