Hoy fui al cine sola.
Sí.
Hoy
14 de febrero
tambien conocido como (a. k. a. para my fellow bilingual friends)
san valentín
fui al cine
sola.
Amo
ir al cine sola.
Es mi nueva adicción. Me encanta. Agarro mi auto y manejo 15 mins y ya: estoy en el cine. He visto muy buenas películas, supongo que eso me tiene así de prendida. Bueno, claramente eso, pero también el que vaya a entrar a estudiar una carrera audiovisual en marzo (y a todo esto... quiero que sea marzo YA!!!).
En general, es bastante agradable ir al cine en solitario, pero hay un detalle. Siempre... siempre... s i e m p r e
que llego a la boletería, el boletero de turno me pregunta no una... sino dos... y hasta tres veces "una entrada?... una?". Como si no se la creyera... como si no fuera posible... Y me pone cara como de asco así. Quizás qué pensará, que soy una solterona amargada. Que tengo alguna deformidad en mi cuerpo y nadie me pesca. Que soy tonta o pesada. Que soy antisocial y no tengo amigos... y que si es asi, él tampoco lo sería. Que tengo una enfermedad contagiosa... como lepra.
Me soprende esa reacción... Será que ya nadie va solo al cine?
Hoy, en particular, el boletero de turno, me repitió la pregunta con más cara de duda. Onda "oh... ella viene solaaaa". Igual es bueno que me miren con esa cara... yo aumo que se asombran porque no soy fea. Si fuera fea y pidiera una sola entrada sería como "sí señorita... si no le iba a dar dos, de todods modos". Así que prefiero que piensen que tengo lepra y me miren con cara de asombro (lo que en mi cabeza suena como "una chica tan linda como tu tan sola en un lugar como este").
Pero a mi me encanta ir al cine sola. Una de las cosas buenas ir de a uno, es que me puedo sentar en cualquier parte, por que siempre voy a encontrar un asiento libre. Todo el mundo va de a dos o de a tres o más, se sientan todos juntos y por dejar un poco de privacidad se saltan un asiento. El que está destinado a gente como yo. O a los atrasados que van en grupo... pero... atrasados y quedan tirados de a uno por ahi y por allá. El otro día no más, llegué a trasada a la película, la sala estaba medio llena incluso... pero aviste el mejor asiento de la sala... ese que está al medio, justo al medio... o quizas era alguno contiguo... y me senté ahí.
Para mi... ir al cine es una aventura. Nunca sé lo que va a pasar ni con quién voy a hablar o con quien me voy a encontrar. Además me gusta sentarme a mirar a la gente, en silencio. No, no psicópatamente. Solo... bueno... mirar. Es entretenido. He visto peleas, reconciliaciones, malas ondas, buenas ondas, coqueteos, miradas infieles, he escuchado conversaciones comprometedoras, conversaciones superficiales, conversaciones sexuales, pelambres, organizacion de eventos, copuchas de desconocidos, celos, rabietas, declaraciones de amor y declaraciones de aburrimiento. Hay veces que es todo lo contrario y me enchufo a mi mp3 y me fumo uno antes de llegar y me voy a mi mundo. No pesco a nadie, pero le sonrío a todos. Ha habido un par de veces en que he conversado con gente. Durante la cola a la boletería. He recomendado películas. He conversado con quien está sentado a mi lado, en espera de que comience el show. He escrito. En ese estar mirando la pantalla en negro y dejar que surjan las ideas, he escrito. Siempre ando con mi cuaderno o crockera del momento. Casi siempre con lápiz para acompañar al solitario cuaderno. También he tenido que pedir lapices prestados... y he sentido cómo la gente se va incomodando y mirandome cada vez más seguido para no perder sus valiosos instrumentos de escritura. Siempre los devuelvo, ah... que quede claro.
Y hoy pensé que iba a ser más terrible: todos emparejados, puras promociones dobles, corazones y ambiente de amooooooor por todos lados... y creí que me sentiría el grinch de san valentín. Pero no fue así.
Aunque a la pareja sentada al lado mío, que no dejaba de lamerse y quienes me dejaron un trauma con los besos con lengua, le pegué un par de miradas de asco, debo confesarlo.
Yo creo que venían de un motel. Es más, lo sé: no dejaban de tocarse y besarse y decirse cositas al oido. Cuando se aburrieron de babearse, ella se acomodó en el hombro de él y se durmieron. Se durmieron... en unas butacas del cine... si eso no es cansancio sexual... no sé yo qué podrá ser.
Eso... así que ya saben... quizás la próxima vez que vayan al cine... yo los esté sapeando.
Ah! y bueh... feliz (¿?) san valentín (¿?)
Sí.
Hoy
14 de febrero
tambien conocido como (a. k. a. para my fellow bilingual friends)
san valentín
fui al cine
sola.
Amo
ir al cine sola.
Es mi nueva adicción. Me encanta. Agarro mi auto y manejo 15 mins y ya: estoy en el cine. He visto muy buenas películas, supongo que eso me tiene así de prendida. Bueno, claramente eso, pero también el que vaya a entrar a estudiar una carrera audiovisual en marzo (y a todo esto... quiero que sea marzo YA!!!).
En general, es bastante agradable ir al cine en solitario, pero hay un detalle. Siempre... siempre... s i e m p r e
que llego a la boletería, el boletero de turno me pregunta no una... sino dos... y hasta tres veces "una entrada?... una?". Como si no se la creyera... como si no fuera posible... Y me pone cara como de asco así. Quizás qué pensará, que soy una solterona amargada. Que tengo alguna deformidad en mi cuerpo y nadie me pesca. Que soy tonta o pesada. Que soy antisocial y no tengo amigos... y que si es asi, él tampoco lo sería. Que tengo una enfermedad contagiosa... como lepra.
Me soprende esa reacción... Será que ya nadie va solo al cine?
Hoy, en particular, el boletero de turno, me repitió la pregunta con más cara de duda. Onda "oh... ella viene solaaaa". Igual es bueno que me miren con esa cara... yo aumo que se asombran porque no soy fea. Si fuera fea y pidiera una sola entrada sería como "sí señorita... si no le iba a dar dos, de todods modos". Así que prefiero que piensen que tengo lepra y me miren con cara de asombro (lo que en mi cabeza suena como "una chica tan linda como tu tan sola en un lugar como este").
Pero a mi me encanta ir al cine sola. Una de las cosas buenas ir de a uno, es que me puedo sentar en cualquier parte, por que siempre voy a encontrar un asiento libre. Todo el mundo va de a dos o de a tres o más, se sientan todos juntos y por dejar un poco de privacidad se saltan un asiento. El que está destinado a gente como yo. O a los atrasados que van en grupo... pero... atrasados y quedan tirados de a uno por ahi y por allá. El otro día no más, llegué a trasada a la película, la sala estaba medio llena incluso... pero aviste el mejor asiento de la sala... ese que está al medio, justo al medio... o quizas era alguno contiguo... y me senté ahí.
Para mi... ir al cine es una aventura. Nunca sé lo que va a pasar ni con quién voy a hablar o con quien me voy a encontrar. Además me gusta sentarme a mirar a la gente, en silencio. No, no psicópatamente. Solo... bueno... mirar. Es entretenido. He visto peleas, reconciliaciones, malas ondas, buenas ondas, coqueteos, miradas infieles, he escuchado conversaciones comprometedoras, conversaciones superficiales, conversaciones sexuales, pelambres, organizacion de eventos, copuchas de desconocidos, celos, rabietas, declaraciones de amor y declaraciones de aburrimiento. Hay veces que es todo lo contrario y me enchufo a mi mp3 y me fumo uno antes de llegar y me voy a mi mundo. No pesco a nadie, pero le sonrío a todos. Ha habido un par de veces en que he conversado con gente. Durante la cola a la boletería. He recomendado películas. He conversado con quien está sentado a mi lado, en espera de que comience el show. He escrito. En ese estar mirando la pantalla en negro y dejar que surjan las ideas, he escrito. Siempre ando con mi cuaderno o crockera del momento. Casi siempre con lápiz para acompañar al solitario cuaderno. También he tenido que pedir lapices prestados... y he sentido cómo la gente se va incomodando y mirandome cada vez más seguido para no perder sus valiosos instrumentos de escritura. Siempre los devuelvo, ah... que quede claro.
Y hoy pensé que iba a ser más terrible: todos emparejados, puras promociones dobles, corazones y ambiente de amooooooor por todos lados... y creí que me sentiría el grinch de san valentín. Pero no fue así.
Aunque a la pareja sentada al lado mío, que no dejaba de lamerse y quienes me dejaron un trauma con los besos con lengua, le pegué un par de miradas de asco, debo confesarlo.
Yo creo que venían de un motel. Es más, lo sé: no dejaban de tocarse y besarse y decirse cositas al oido. Cuando se aburrieron de babearse, ella se acomodó en el hombro de él y se durmieron. Se durmieron... en unas butacas del cine... si eso no es cansancio sexual... no sé yo qué podrá ser.
Eso... así que ya saben... quizás la próxima vez que vayan al cine... yo los esté sapeando.
Ah! y bueh... feliz (¿?) san valentín (¿?)
3 commentarios:
Yo me fumaba uno y entraba al cine, en el de la reina, muchas veces en el estacionamiento, lo apagaba y entraba...pero en esas ocaciones no andaba solo... y el salir a la luz eran solo risas....
Pero por lo general voy solo me gusta mucho.... sobre todo las ultimas funciones. Una vez fui a las 23 (despues de fumar) a ver la tormenta perfecta, estaba solo en la sala y las olas se salian de la pantalla.... uff, aun lo recuerdo.
ves que en el fondo eres un pequeño grinchito?.., pero, como ya te dije, eres un grinchito adorable.
naahh, día de los enamorados sucks, esa efervecencia colectiva con el día no me gusta.
al paso que vas me parece que no vas a poder ir al cine como en una semana o algo así.. porque ya te viste toda la cartelera en unos pocos días.. jajajaja
ya grinchito, keep on writing
Mejor sola que mal acompañada.
Besos Xy.
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