Cuando tenía entre 7 y 10 años (no sé cuándo específicamente) lei "Papelucho". Y rayé. Rayé porque me sorprendió muchísimo cómo era que un niño podía escribir aventuras tan entretenidas y que te hiciera sentir como si fueras tu mismo el que las vivía. Leer se convertía en una aventura personal. Dentro de uno mismo: "qué haría yo si me perdiera junto a mi hermano menor? cómo lo cuidaría, donde iría?", etc. Así, empecé a leer. Recuerdo que ya muy chica me transformé en fanática de "la Zona" (de Contacto, de El Mercurio), leía la columna de Benito, luego leía la de la Anita (una snob ABC1), me la pasaba todo el día enchufada a la Rock and Pop (que si mal no recuerdo, comenzó sus transmisiones el 93 y de la que sí recuerdo que me comunicó la muerte de Cobain un día domingo en la mañana mientras hacía mi cama y escuchaba a Ivan Valenzuela), y al canal Rock and Pop. Leí "La Tregua" Benedetti a los 16, leí "Cuentos para Delfina" a los 17, y me terminé la saga de "El Señor de los Anillos" antes de los 18. Leía por gusto, por que lo amaba, porque me apasionaba. Porque desde que tengo uso de razón que mis viejos bajan a la playa con un libro bajo el brazo y se tienden a leer bajo el sol.
A los 14 decidí que escribir era mi vida. Lo sabía... lo sentía. Sabía que escribía por que lo que corría por mis venas no era sangre, eran letras, sílabas, palabras, ideas, poemas, cuentos, novelas. A los 14, participé en un concurso de cuentos del colegio y mi profe de castellano me dijo "Este cuento está buenísimo, pero es muy fuerte para participar en el concurso". A los 18, cuando salí del colegio, mi profesora del electivo de literatura me abrazó y me dijo "suerte, nuestra próxima nobel de literatura". Era raro... siempre siendo tan autoexigente es fácil creer que no lo estás haciendo bien, y sin embargo me decían estos halagos, que, según yo, eran exageraciones descaradas (todavía lo creo, yo pa nobel... pf). Sin embargo, yo, a esas edad, ya creía que alguien me iba a descubrir, un editor, un períodista, un aficionado, un profe de la U. Yo creía que iba a entrar a Literatura en la universidad y que me iban a enseñar a escribir, que iba a escribir mucho, que iba a hacer una obra maestra y sería reconocida y publicada.
Hace poco... el año pasado. Quizás hace no más de 6 meses, entendí que escribir es un acto mío, para mi. No para que me descubran ni para que me publiquen ni para que un libro tenga mi nombre en la portada. Escribo porque necesito expresar. Me costó entenderlo. Fue una lucha. Antes quizás, escribía más por mi ego que por mi necesidad real, espiritual casi, de hacerlo. Y buscaba reafirmarme cada vez que a alguien le gustaban mis historias (aunque no las mostraba mucho). Pero hace poco, dejé todo eso de lado, comencé a escribir pensando "bah... si no te gusta, sal de mi blog... no sé qué haces acá, esto es lo que soy y si note gusta, lee a otr@". O sea... comencé a escribir a sabiendas de que quizás nadie me leyera nunca y que todo lo que escribía era para mi - soy una maldita narcisa, me leo y me leo y me leo... y hasta lo disfruto (cuando termina la parte de la edición, eso si).
Hace dos semanas -masomenos- encontré en mi blog -sí, este mismito- un post de alguien que yo no conocía -ni conozco- y que me decía que me leía y que le gustaba leerme. Que sorry si era patudo, pero que actualizara. En ese momento sentí que ya, que he logrado todo, que puedo morir tranquila. Alguien me lee y le gusta y no solo eso... si no que le gusta tanto que quiere leer más!!! Me inundó una felicidad máxima. Qué bueno saber que yo puedo hablar, y comunicar, y decir cosas y que esas cosas hagan vibrar a alguien que no tiene porqué saber quien soy, ni qué cosas me han pasado, ni qué experiencias he vivido... ni siquiera cómo me llamo o si me gusta más el helado de chocolate o el de vainilla (el de pistacho, por lo demás).
Hacía un tiempo había decidido referirme a mi misma como "escritora".
Después de ese post... no solo me autodenomino "escritora"... sino que me siento como una....
Wuuuuuuuuuuuuuu juuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu :)
A los 14 decidí que escribir era mi vida. Lo sabía... lo sentía. Sabía que escribía por que lo que corría por mis venas no era sangre, eran letras, sílabas, palabras, ideas, poemas, cuentos, novelas. A los 14, participé en un concurso de cuentos del colegio y mi profe de castellano me dijo "Este cuento está buenísimo, pero es muy fuerte para participar en el concurso". A los 18, cuando salí del colegio, mi profesora del electivo de literatura me abrazó y me dijo "suerte, nuestra próxima nobel de literatura". Era raro... siempre siendo tan autoexigente es fácil creer que no lo estás haciendo bien, y sin embargo me decían estos halagos, que, según yo, eran exageraciones descaradas (todavía lo creo, yo pa nobel... pf). Sin embargo, yo, a esas edad, ya creía que alguien me iba a descubrir, un editor, un períodista, un aficionado, un profe de la U. Yo creía que iba a entrar a Literatura en la universidad y que me iban a enseñar a escribir, que iba a escribir mucho, que iba a hacer una obra maestra y sería reconocida y publicada.
Hace poco... el año pasado. Quizás hace no más de 6 meses, entendí que escribir es un acto mío, para mi. No para que me descubran ni para que me publiquen ni para que un libro tenga mi nombre en la portada. Escribo porque necesito expresar. Me costó entenderlo. Fue una lucha. Antes quizás, escribía más por mi ego que por mi necesidad real, espiritual casi, de hacerlo. Y buscaba reafirmarme cada vez que a alguien le gustaban mis historias (aunque no las mostraba mucho). Pero hace poco, dejé todo eso de lado, comencé a escribir pensando "bah... si no te gusta, sal de mi blog... no sé qué haces acá, esto es lo que soy y si note gusta, lee a otr@". O sea... comencé a escribir a sabiendas de que quizás nadie me leyera nunca y que todo lo que escribía era para mi - soy una maldita narcisa, me leo y me leo y me leo... y hasta lo disfruto (cuando termina la parte de la edición, eso si).
Hace dos semanas -masomenos- encontré en mi blog -sí, este mismito- un post de alguien que yo no conocía -ni conozco- y que me decía que me leía y que le gustaba leerme. Que sorry si era patudo, pero que actualizara. En ese momento sentí que ya, que he logrado todo, que puedo morir tranquila. Alguien me lee y le gusta y no solo eso... si no que le gusta tanto que quiere leer más!!! Me inundó una felicidad máxima. Qué bueno saber que yo puedo hablar, y comunicar, y decir cosas y que esas cosas hagan vibrar a alguien que no tiene porqué saber quien soy, ni qué cosas me han pasado, ni qué experiencias he vivido... ni siquiera cómo me llamo o si me gusta más el helado de chocolate o el de vainilla (el de pistacho, por lo demás).
Hacía un tiempo había decidido referirme a mi misma como "escritora".
Después de ese post... no solo me autodenomino "escritora"... sino que me siento como una....
Wuuuuuuuuuuuuuu juuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu :)
7 commentarios:
Hola, cómo estay...me encantó esta entrada por dos cosas, la primera porque te refieres a una parte de tu vida que esta vinculada a la literatura y a sucesos que ayudaron a que te insertaras en ese mundo; y lo segundo, porque quedé gratamente sorprendida de haber logrado que te sintieras tan bien al saber que espero tus publicaciones :)
Es que es verdad, ahora es habitual que cada vez que enciendo mi computador busque tu blog en "favoritos" y mientras espero, preguntarme "qué habrá escrito".
Bueno, saber que de alguna manera fui nombrada en una de tus entradas, pero que además te sentiste bien por mi comentario (que creí patudo XD), hizo que mi día empezara bien :p
Saludos y espero que estés super bien. :)
Me gusta tu blog, siempre lo leo aunque no postee...pero a mí sí me conoces.
Me gusta como te refieres a la literatura y como la ves.
y también el título de la entrada.
al final fui, pero a la adolfo ibañez
jajajaja
estuvo piola
pero se puso raro el concepto :S
te cuento por msn
(que bkn que tienes fans... yo soy cero rating jajaja)
besos
Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: "¿Debo yo escribir?". Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un "Si debo" firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida. Que hasta en su hora de menor interés y de menor importancia, debe llegar a ser signo y testimonio de ese apremiante impulso”.
[Extracto de “Cartas a un joven poeta”- Rainer Maria Rilke]
Hola pecosa linda, guitarra de las cloacas. Aunque descubrí tu blog hace poco (mucho después que tu fan inspipradora), te puedo decir 4 de las principales razones x las cuales yo tb creo –sin patudez– que tienes que actualizar siempre.
1) porque tienes una forma hermosa y única de vivir y contar como vives tu vida.
2) porque aunque hable contigo todos los días, veo que no llego a saber lo que pasa x tu cabeza en realidad (e.g. post de la libería) hasta leer tu blog.
3) porque escribes bien, o sea que tienes talento... shiaaaa
4) porque te gusta
Cuando leí tu blog x primera vez, me tocaste algunas partes, que pensé q sólo yo podía tocar. Nice, verdad? Yo creo que no quieres fama y ya superaste la etapa del ego, pero no por eso tiene menos fuerza el corazoncito de tus palabras.
Un abrazo grande.
tu nueva fan
jajajajaja
como que de las cloaca?!?!?!
de los cielos!!
o no???
¬¬
yo leo.
saludos...
y en una ocacion nos juntamos, pero no te conozco......
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