Ayer salí de mi casa.
Había un lindo día y sentía cómo mis pulmones se inflaban de aire y primavera y sol.
Me sentía viva.
El mundo vibraba.
La música que escuchaba me daba ganas de bailar, de saltar, de correr.
Miraba a la gente que me pasaba y les sonreía.
Ellos me miraban con cara de "yo a ti no te conozco", pero eso solamente me hacía sentir con más energía, me daba risa, sentía que era libre.
No me importaba que me juzgaran, ni que me mirasen con cara de loca.
Iba bailando en el metro, feliz.
Había gente que se reía de mi.
Había gente que reía conmigo.
No necesitaba nada. Lo tenía todo.
Lo tengo todo.
Me gusta salir de mi casa, enchufarme a mis audifonos y escuchar esa música simple y llena de belleza que tanto me gusta. Me gusta salir de mi casa y ver los colores más brillantes; no por la primavera, o la brisa que recorre la ciudad y que se lleva el smog, sino por que mis ojos están más abiertos. Mi alma está más tranquila, satisfecha, en paz y completa. Me gusta ir por la calle cantando en voz alta, haciendo gestos con los brazos, sonriendole a la gente que se me cruza en el camino... y a la vida.
:)
mapas mundo
Hace 13 años
3 commentarios:
Dammit!!
cachay q hay días en que me pasa lo mismo. el sol en su justa medida tiene propiedades bastante "sanadoras" por así decirlo; te hace bailar, te hace sonreir, te hacer amar aún más la noche (paradógico gico eso).
y para que decir la música poh... gracias a ella nos quedaremos sordos a los 40 años... pero puta que es buena para acompañar absolutamente TODO! ¿no te pasa que a veces tienes diversos soundtracks para diversos hechos? (el soundtrack de los 18 años, el soundtrack de cuando comienzas a pololiar, el soundtrack de la universidad, el soundtrack del verano del 2004, que se yo)
pucha, me dieron ganas de caminar por la urbe escuchando gepe, jajaja. lo cual no podré hacer debido a que mi fuckin' mp3 se ha hechado a perder y se escucha por una sola oreja (no, no son los audífonos).
pd: hoy viernes 5 de octubre c peter keremos ir al cine en la noche ¿vamos?
es increible como uno se pone los audífonos y el mundo cambia. pero hay un problema, es adictivo, sumamente adictivo. hoy me siento pésimo si es que mis audífonos cagan, o si olvido mi música en casa. es terrible, me he vuelto dependiente de ello.
pero no importa, mientras sirva para dar un giro al mundo que me rodea, todo está bien.
me dieron ganas de caminar y escuchar massive attack... o mogwai.
oye, nos vemos por ahi! (podriamos carretear algun día, solo hay q organizarlo)
besos,
mauri.
ahh... y javi... no odies a Houellebecq... es solo un ingeniero frances amargado, que le gustna los monologos decadentes.
igual me entretuve con su libro.
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